INMORTALIDAD Y MODERNISMO

Cartagena fue construida para la eternidad; quizás por ello el presente es eterno en esta Ciudad Heroica, en donde confluye el pasado histórico y el futuro prometedor en un aquí y un ahora dispuesto a descubrir este baúl de tesoros, que tomó más de doscientos años en tallarse.

Para conocer a fondo esta riqueza que caracteriza la ciudad, nada mejor que aprovechar la caminata por la Calle de la Media Luna, junto al Barrio Getsemaní, y dirigirse hasta la agencia de viajes y turismo Mundo Travel, para que un verdadero conocedor sea quien asesore a los ávidos visitantes, con la calidad y el conocimiento profundo de cada detalle que caracteriza a sus funcionarios, tanto de los lugares a visitar en la ciudad como en otras partes de Colombia y el mundo.

Otra buena alternativa para acariciar una a una las joyas encerradas en este “corralito de piedra” es a bordo de un carruaje tirado por un caballo y manejado por un cochero chambacunero que relatará historias y leyendas de esta Vieja Ciudad. La Puerta del Reloj es el punto de partida de un periplo que obligatoriamente recorre el rosario de plazoletas atrapadas entre las murallas: Los Coches, La Aduana, San Pedro Claver, Santa Teresa, Santo Domingo, Fernández Madrid y San Diego. Obviamente el Parque Bolívar también hace parte de este paseo.
El recorrido pausado por entre tantas gemas preciosas es la oportunidad perfecta para ubicar los lugares de la visita obligada que luego se hará a pie: el Museo del Oro, el Palacio de la Inquisición, el Teatro Adolfo Mejía, Las Bóvedas y, por supuesto, las bellísimas iglesias coloniales que escollan en el paisaje: La Catedral, San Pedro Calver, Santo Domingo y Santo Toribio.

Como sea la historia también trasciende los muros; y traspasando el Camellón de los Mártires, que honra a los valerosos héroes cartageneros, está el más auténtico barrio de la ciudad: Getsemaní. Levantado por obreros y artesanos este barrio se está convirtiendo rápidamente en un sector muy preciado, gracias a la buena oferta de diversión informal que abundan en sus callejuelas y en la plaza frente a la Iglesia de la Trinidad, siempre joven por los siglos de los siglos.

Otra buena opción es a bordo de una chiva en el que los guías cuentan la importancia del Castillo de San Felipe como guardián de los tesoros de la Corona Española; las leyendas que se tejieron en el inmaculado monasterio que corona el Cerro de la Popa y que sirve de epicentro para las fiestas de La Candelaria; el protagonismo del Centro de Convenciones y el vanguardismo impuesto por el entonces encopetado barrio Manga. También es la oportunidad perfecta para decidirse en cuál playa de los sectores modernos el visitante se va a tirar a pierna suelta y dejar que el sol broncee su cuerpo: ¿Bocagrande o Castillogrande?

Como sea, la mejor opción está en Bocagrande, precisamente en el Hotel Cartagena Plaza, un agradable, moderno y acogedor hotel que brinda la mejor alternativa en la ciudad para descubrirla, bien sea en Plan Romance, en uno Fantástico o uno Cultural, acompañado siempre con la mejor calidad de servicio que se pueda encontrar en la ciudad.

Sí, definitivamente Bocagrande es el destino; y el que lo hace especial son las confortables instalaciones del hotel Zalmedina, con sus cómodas habitaciones dotadas de todo lo que la hotelería moderna puede ofrecer a sus exigentes huéspedes.

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