COLOMBIA HECHA A MANO

Hamacas, mochilas, sombreros, tejidos y más tejidos que hacen parte de su catálogo artesanal convertido en verdaderas obras de arte, cuyo sello de calidad está en el hecho de ser diseñadas, ideas y armadas a mano; no en vano, más de doscientos artesanos de las cadenas productivas de esta región han recibido el sello de calidad hecho a mano.
Y tienen su mercado externo bien delimitado: las hamacas y chinchorros, por ejemplo tienen más acogida en Francia; la caña flecha (como el famoso sombrero vueltiao) es otro producto que goza de muy buena aceptación, éxito que se atribuye a la diferencia frente a los productos del resto del mundo.
Artesanía en caña flecha: en Córdoba y Sucre y cuyo producto emblemático es el sombrero vueltiao.
Mochila arhuaca: los arhuacos elaboran objetos artesanales, especialmente tejidos en lana y algodón. El producto de mayor reconocimiento por su valioso diseño y expresión simbólica es la mochila, tejida exclusivamente por la mujer indígena con lana virgen de oveja y cuyo origen nace de Nowona, la Madre de los tejidos.
Tejedoras wayuu: elaboran a mano, con agujas, coloridos chinchorros de intrincadas puntadas, mochilas, guaireñas (sandalias) y tapetes y conservan una bella alfarería que utilizan para el transporte del agua, así como orfebrería y bisutería en oro y semillas. El tejido es femenino, mientras el hombre se dedica a la cría de chivos.
Hamacas de San Jacinto (Bolívar): usando las técnicas precolombinas del tejido y tinturado de hamacas (ikat o lampazo), las mujeres de San Jacinto elaboran los textiles con hilazas de algodón de vivos colores o suavizadas con el cromatismo de tintes naturales extraídos de plantas nativas.
Filigrana momposina: la filigrana, es una joya hecha a mano que se realiza con finísimos hilos de oro, que se consiguen después de estirar, torcer y aplanar el metal, mediante procedimientos que conjugan diversos elementos de la naturaleza con el esfuerzo humano.
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